PADRE PIO

 

 

Gabriele Amorth era un gran amigo del Padre Pío al que visitaba con regularidad en San Giovani rotondo. En 1960 habló con el sobre el tercer secreto de Fátima. El Padre Amorth cuenta en una entrevista realizada en 2011 lo que le dijo el Padre Pío aquel día:
 

“Satanás se ha introducido en el seno de la Iglesia (las estructuras físicas) y en muy poco tiempo llegará a gobernar una falsa iglesia”.
 

El Padre Amorth dice que el Padre Pío vivía muy atormentado por la gran apostasía que se iba a vivir. Rezaba treinta rosarios al día y exhortaba a todos a rezar esta oración. También rezaba con mucha frecuencia la siguiente jaculatoria:
 

“Oh Jesús, salva a los elegidos en la hora de la oscuridad”.
 

Se ofreció a Dios como alma expiatoria por la salvación de las almas de los católicos. El Padre Pío nunca celebró la Nueva Misa. Cuando el Padre Pío se enteró de las herejías del concilio, de las reformas litúrgicas, del número creciente de falsos sacerdotes, falsas monjas, laicos tibios, así como la falta de vocaciones afirmó:
 

“Gracias a Dios estoy viejo, y cerca de la muerte”.
 

En la segunda mitad de 1963, Don Villa tuvo su segundo encuentro con el Padre Pío. Fue un encuentro decisivo y dramático en el que el Fraile de Pietrelcina terminó su coloquio con la frase: “Coraje, coraje, coraje, porque la Iglesia ya está invadida por la Masonería”, seguida por las palabras: “La Masonería ya entró en las pantuflas del Papa” (Pablo VI).
 

El Padre Luigi Villa cuenta que ese día: “el Padre Pío me asignó el objetivo de mi vida: “PABLO VI””.
 

Justo antes de morir, el Padre Pío pronunció:
 

“Mi Misión dará comienzo cuando yo haya muerto”.
 

El Padre Pío nunca celebró la Nueva Misa de Pablo VI. Esta negativa le salió cara. Pablo VI dió orden al médico del Padre Pío de envenenarlo poco a poco con medicinas. El día de Pascua, 18 de abril de 1965, el Padre Pío celebró la Misa, pero luego permaneció en su celda hasta finalizar el lunes. La mañana del martes 20, pidió la ayuda de sus cohermanos porque quería celebrar la Misa, pero en los últimos escalones se derrumbó y, sujeto por los brazos, fue llevado a su celda. A mitad del pasillo se desvaneció y cayó al suelo. Desde la Pascua de 1965, con la visita del Padre Clemente al Padre Pío, tuvo inicio la larga agonía del Padre, que durará tres años y medio, hasta su muerte.
 

«En este último período, la asistencia al Padre Pío estaba en manos de algunos de sus cohermanos, pero la elección de los mismos pasaba siempre por el visto bueno del Administrador Apostólico, el Padre Clemente de Santa Maria in Punta».
 

En un amplio reportaje de Renzo Allegri con el título de: “Cómo murió el Padre Pío”, publicado en el n.41 de “Gente” del 8 de octubre de 1969, se dan a conocer terribles hechos, como “cuidados médicos inadecuados al Padre Pío”, incluso, “decididamente equivocados”. Y todavía, “la existencia de un peligro terrible” en la vida terrena del Fraile, debido al “martirio causado por envenenamiento medicinal”.
 

El Padre Pío murió finalmente el 23 de Septiembre de 1968. La Nueva Misa fue oficialmente aprobada el 8 de mayo de 1969. El Padre Pío nunca celebró esa abominación.