ERRORES COMUNES EN EL REZO DEL SANTO ROSARIO
1.- NO SIRVE DE NADA REZAR EN PECADO.
Para recibir los beneficios espirituales que Nuestra Madre prometió, lo primero de todo es estar en gracia o tener la intención sincera de estarlo. Hay que confesar nuestros pecados, cambiar de vida, hacer penitencia y solo entonces nuestras oraciones serán escuchadas en el Cielo.
2.- HAY QUE HACER LA DEVOCIÓN COMPLETA CADA DÍA.
Muchos católicos dicen rezar cada día el Santo Rosario pero solo rezan una o dos terceras partes. La devoción completa del Santo Rosario se compone de los Misterios Gozosos, Dolorosos y Gloriosos. Los luminosos no se deben rezar ya que son un invento de los modernistas, enemigos acérrimos de Dios y de su Iglesia.
3.- LETANÍAS Y JACULATORIAS.
Al finalizar los misterios Gloriosos se rezan las letanías lauretanas tal y como se las enseñó Nuestra Madre a Santo Domingo de Guzmán. Rechazad las innovaciones que han hecho los modernistas tanto en las letanías como en las jaculatorias. Nuestra Madre jamás nos pediría que hagamos una jaculatoria en la que le pedimos a Dios que envíe a TODAS las almas al Cielo. Lo que realmente dijo fue:
“Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y alivia a las almas del purgatorio, especialmente a las más abandonadas”.
4.- HAY QUE MEDITAR LOS MISTERIOS.
El principal error que muchos cometen es rezar el rosario con prisas y sin meditar los misterios. Recordemos que en las 15 promesas, la Virgen pide que se mediten los misterios. San Luis María Grignion de Monfort cuenta en su libro: “El Secreto admirable del Santísimo Rosario” que aquellos que meditan los misterios reciben los siguientes beneficios:
1. Nos eleva insensiblemente al perfecto conocimiento de Jesucristo;
2. Nos purifica del pecado;
3. Nos da la victoria sobre nuestros enemigos;
4. Nos facilita la práctica de las virtudes;
5. Nos inflama en el amor a Jesucristo;
6. Nos enriquece con toda clase de gracias y méritos;
7. Nos proporciona los medios para cancelar a Dios y a los hombres todas nuestras deudas.
5.- MUCHOS REZAN COMO LOS LOROS.
Hay que rezar despacio y pensando en lo que decimos. Cada palabra debe salir de nuestro corazón. Toda oración vocal se debe
hacer con amor a Dios.
6.- MUCHOS REZAN DISTRAÍDOS.
Las distracciones involuntarias son inevitables, pero mucho cuidado con las distracciones
voluntarias porque en ese caso se estaría cometiendo pecado. Hay que esforzarse al máximo por evitar las distracciones.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario