PREFACIO
Así como las reglas y los preceptos de los Santos cayeron en el olvido, también la negligencia de los fieles, y las grandes posesiones del Rosario de la Virgen María cayeron en el olvido. La Madre Amorosa de Dios, sin embargo, al no aceptar esto, muy a menudo en nuestros tiempos, pidió con muchas señales y maravillas, que fuera restaurado el Santo Rosario, y así habló a Su Nuevo Esposo:
"Como, a través del Ave María, el mundo ha sido renovado, el Infierno se ha debilitado, y el Cielo se ha repoblado, del mismo modo, en el tiempo perverso presente, con esta oración de intercesión, la Madre de Dios, María, desea traer al mundo de vuelta las Santas Leyes de Dios".
Y agregó que Ella concedería todo tipo de gracias a todos aquellos que rezasen con amor y propagaran por todas partes el Rosario. Y los oponentes y enemigos del Rosario deben estar seguros de que nada podrán contra la Reina de la Misericordia. De hecho, todos aquellos que combatieron el Santo Rosario, cayeron en un pecado muy grave, o cayeron en un gran escándalo, o cayeron en una gran ruina, o peor aún, tuvieron una muerte horrenda. Por tanto, todos ustedes, fieles al Señor Jesucristo, Hijo de María la Virgen, cuiden mucho, os ruego, de vuestra fe. Consideren que su muerte es segura, aunque no sepan ni el día ni la hora. El tiempo presente es muy peligroso y también las futuras torturas eternas del Infierno. Para comprar estos bienes, y escapar de los males, tomen y oren la Corona del Rosario de la Virgen María, alabando a la Santísima Trinidad, al menos una vez al día, en el Santo Rosario.
NARRACIÓN
Y, si los ejemplos anteriores no fueron suficientes, al menos os pueden estimular los ejemplos recientes, de los cuales garantizamos la autenticidad segura, de lo contrario no nos habríamos atrevido a proponerles. Testifico, como Maestro de la Verdad, divino, humano y moral, para la salvación de cada fiel de la Iglesia Católica. Encontré en Waldenshusen un hombre, que había adorado al diablo, después de renegar a Cristo y a su Bautismo, pero de una manera admirable, a través de un Rosario que se le había dado, recuperó el descenso filial divino, orando: "Pater Noster".
Y, más tarde, mereció llegar a ser él mismo, Padre de muchos otros, que querían servir a Dios.
También he visto a los muertos que han resucitado con esta oración y a los apestados moribundos, que se salvaron por este antídoto saludable, porque repitieron muchas veces en el Pater Noster del Rosario: “Qui es” (que estas). He visto también con mis propios ojos, a algunos Religiosos dedicados a la vanidad, que, a través de esta sana medicina, se han santificado verdaderamente, orando en el Pater Noster del Rosario:
"En Coelis (en los Cielos)". También he visto meretrices y usureros, a través de este vínculo de moralidad, muy a menudo, han expiado hasta el último de sus pecados, y se han convertido en Santos, rezando en el Pater Noster del Rosario: "Sanctificetur". He visto, pues, blasfemos, llenos de todo mal e incorregibles, que, a través de la oración constante, han alcanzado el alto respeto del Nombre de Dios, orando en los Pater Noster: "Nomen Tuum (Tu Nombre)".
También hubo, en nuestro tiempo, un Rey, expulsado de su Reino, que, a través del Rosario, recuperó su Reino, rezando en el Pater Noster del Rosario: "Adveniat Regnum Tuum (venga Tu Reino). A veces, tuve la alegría de ver a algunos que habían renunciado a la Fe Católica, separándose así de la verdadera Religión Católica y de la Santa Iglesia de Dios, quienes, a través de esta bendita oración de intercesión, regresaron no sólo la Voluntad Divina, sino también aceptaron con valor el Martirio. Entre ellos, un tal Antonio, que, en nuestro tiempo, era de la Orden de los Frailes Predicadores, rezando en el Pater Noster del Rosario: "Fiat Voluntas Tua (se haga Tu Voluntad)".
Sé por experiencia consolidada, lo prodigiosa que es esta oración ventajosa. En algunas tierras, plagadas de un clima terrible, que dañan a los hombres y a todas las cosas, después de que esta oración celestial de intercesión se había extendido, rezaron en el Pater Noster del Rosario: "Sicut in coelo (como en Cielo)".
Entonces vi algunas tierras donde una terrible hambruna avanzaba imparable, y sin embargo, cuando se extendió la estrella adorable, o el Rosario de la Bendita Virgen María, la bendición de Jesús y María descendió sobre los habitantes y sus tierras, ya que oraron en el Pater Noster del Rosario: "Et en la tierra (así en tierra)".
Conocí a muchos que tenían asco e irreverencia hacia la Santa Eucaristía, debido a la gravedad de sus pecados, pero, después de recibir este medicamento de devoción, sintieron una dulzura particular hacia el Santo Sacramento, tanto que vieron aquí de una manera perceptible la obra más grande de Dios. Iluminados por la Clemencia Divina, en el Sacramento percibieron sensatamente a Cristo Jesús ya que oraron en los Pater Nosters del Rosario: “Panem nostrum quotidianum” (nuestro pan de cada día).
A veces he observado con alegría a algunos que eran despiadados y brutales como Leones, especialmente un soldado, a quien no he conocido en persona, pero por rumores sé, que, después de recibir el arma del Rosario, recibió tantas gracias que superó en la humanidad a todos los benefactores de ese lugar, ya que oraba en el Pater Noster del Rosario: “Da nobis hodie”, (danos hoy)".
Conocí a un hombre, que había caído en el abismo de la desesperación, hasta el punto de que nadie que lo conociera creía que podía levantarse: sin embargo, después de recibir la promesa de esperanza del Rosario, superó en la fe y en las buenas obras incluso a muchos devotos de mi conocimiento, desde que oraba en el Pater Noster del Rosario: "Dimitte nobis debita nostra (Perdona nuestras deudas)".
También conocí, en el mundo, a un Barón y Conde prepotente, que albergaba un odio sin fin contra un Príncipe, similar a él en el poder, y por esto había entre ellos innumerables contrastes. Sin embargo, cuando recibió esta oración de paz, hubo entre ellos una gran paz desde que oraba en el Pater Noster del Rosario: “Sicut et nos dimittimus debitoribus nostris”, (como nosotros perdonamos a nuestros deudores)".
También vi, con mis propios ojos, un hombre poseído por el diablo, pero cuando llevaba la carga evangélica del Rosario, al instante se sintió liberado. Sin embargo, cuando descuidó el Rosario, inmediatamente fue acosado por el enemigo, y a menudo vi y oí muchas realidades similares orando en el Pater Noster del Rosario: "Et ne nos inducas in tentationem".
Además, conocí a hombres y mujeres, que me dijeron, bajo auténticos juramentos de fe con el signo de la Cruz, que se les habían aparecido algunas almas del Purgatorio y que les habían dicho que habían sido liberadas inmediatamente de sus dolores, cuando por ellos fueron rezados algunos Rosarios por algunas mujeres devotas y por hombres religiosos, que habían orado en el Pater Noster del Rosario: "Sed libera nos a malo. Amén. (Líbrános del mal. Amén)".
Por lo tanto, os he informado de estos quince Ejemplos sobre el Pater Noster, porque, si las palabras y los consejos de los Santos, Doctores, Predicadores, son a menudo de gran eficacia, sin duda, las palabras del Pater Noster son de la misma eficacia, y también mayor. Cada una de estas quince palabras, entonces, está dispuesta para la Voluntad Divina, de acuerdo con los Diez Mandamientos de Dios, así como, para la Voluntad de Dios, en el Pater Noster hay el mismo Número Santo de los Pater Noster, también llamados Salterio de la SantisimaTrinidad. Y, del mismo modo, las quince palabras de la Anunciación del Señor están dispuestas para la Voluntad Divina, según los Diez Consejos de Cristo Evangélicos; y las quince palabras del Anuncio del Angel a María, multiplicados por los diez Consejos Evangélicos de Cristo hacen ciento cincuenta. A partir de esto, es evidente que, estas dos Oraciones forman, por número y por poder, dos Salterios muy devotos, y por eso es correcto llamarlos Salterios.
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